LOS OJOS
CULPABLES
Cuentan que un hombre compró a una muchacha
por cuatro mil denarios. Un día la miró y se echó a llorar. La muchacha le
preguntó por qué lloraba; Él respondió: “Tienes tan bellos ojos que me olvido
de adorar a Alá”. Cuando quedó sola, la muchacha se arrancó los ojos. Al verla
en ese estado el hombre se afligió y le dijo: “¿Por qué te has maltratado así?
Has disminuido tu valor”. Ella le respondió: “No quiero que haya nada en mí que
te aparte de adorar a Dios”. A la noche, el hombre oyó en sueños una voz que le
decía: “La muchacha disminuyó su valor para ti, pero lo aumentó para nosotros y nos la
hemos llevado”. Al despertar, encontró cuatro mil denarios bajo la almohada. La
muchacha estaba muerta.
(Ah'med Chiruani)
(Ah'med Chiruani)
GUÍA DE LECTURA
1.
¿Cuál es el sentido del título del relato?
2.
¿Qué
es lo que lamenta el hombre del comportamiento de la muchacha?
3.
¿Qué tipo de narrador aparece en el texto? ¿Qué modalidad de diálogo se utiliza, directo o indirecto?
4.
¿A
quién pertenece la voz que el hombre oye en sueños? ¿Cuál será el destino final
de la joven?
UN
CÓCTEL PARA UN CUMPLEAÑOS
En cierta ocasión, un hombre llamó por
teléfono a su ex esposa y le dijo:
-Hoy
es mi cumpleaños y me apetecería tomar algo contigo y conversar un rato. No me importa
que vengas acompañada de tu actual pareja. Al fin y al cabo, somos seres
civilizados.
-Bien,
me parece una buena idea. Dime en qué sitio y a qué hora.
A la hora convenida se saludaron
amistosamente en el restaurante, al tiempo que el hombre dijo a los invitados:
-Voy a prepararos un cóctel de mi
invención.
Y ante la mirada atenta de los invitados y
de dos camareros, el hombre fue echando en la coctelera granadina, champán,
licor de cereza y zumo de limón. La agitó, sirvió el contenido en tres copas y
echó en cada una un cubo de hielo, pero en ese momento sonó su móvil y el
hombre atendió la llamada:
-¡Caramba! –exclamó-. Lo había olvidado
por completo. Voy enseguida.
Y dirigiéndose a la pareja les dijo, tras
beber su copa de un trago: “Lo siento de veras. ¡Qué contrariedad! Tengo que
hablar sin falta con mi jefe que acaba de llamarme. Será solo un momento. Por
favor, tomaos la bebida con toda tranquilidad. Volveré en unos pocos minutos”.
Y, en efecto, volvió al cabo de media hora.
Pero cuando lo hizo, la pareja yacía muerta ante la mirada atónita de los
camareros.
Puesto que el forense aseguró que habían
sido envenenados, la policía sospechó inmediatamente de él y supuso que había
vertido alguna sustancia tóxica en la coctelera. Los camareros aseguraron, sin
embargo, que no lo había hecho y, además, afirmaron que él había ingerido la
misma cantidad de licor que los fallecidos.
El comisario dijo en voz baja: “Ha sido él,
estoy seguro, pero ¿cómo lo ha hecho?”.
¿Es
culpable, como piensa el comisario? Pero, si es así, ¿cómo pudo asesinar a su
ex esposa y a su actual pareja?
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