DIEZ COLORES
No creo que
ella pueda ver desde donde está,
tan lejos de aquí, las playas ni oír, más hacia el sur, el mar roncando en los
acantilados. Desde Cali la línea del horizonte me trae una paz última y suicida
y, frente a mí, un velero jovial y juguetón danza sobre las olas. Aun así, me
empeño en buscar minutos de felicidad evocando una imagen tantas veces soñada
mientras mis recuerdos hablan con las olas. Es lo que tiene amar antojos y
caprichos.
DOCE
CONDIMENTOS Y ESPECIAS
Cada cierto
tiempo leo en sus ojos una mirada franca y enamorada que me desconcierta y me
turba. A lo mejor Ana no es consciente de cómo sus amigas comentan divertidas
sus suspiros lánguidos, sus poses amorosas. No sé qué hacer, procuro separarme
de ella, pero me rodea con sus brazos, mientras me mira jovial y sonriente, y yo
acabo por acariciar su hermoso cabello rubio esclavo en una coleta. En el
jardín, un perro de caza francés, un can elástico y juguetón, corretea dando
saltos en el dosel verde del césped.
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